Las estrellas fugaces deberían tener un pre-aviso

Las estrellas fugaces deberían tener un pre-aviso, en plan " ¡Hey! voy a salir muy rápido, piensa bien tu deseo porque tal vez se pueda cumplir"....pero, ellas son así de cabezotas y salen de la nada, de buenas a primeras y te quedas como una gilipollas mirando al cielo, pensando por dentro lo que podrías haber deseado y a la mierda con ello, lo que podría haber sido la oportunidad de tu vida acaba de pasar delante de tus ojos a una velocidad de 0'01 segundos.

Te preguntarás que por qué todo este rollo, a que viene tanta carantoña...
Bueno, como cada mañana a eso de las 5:50 espero el bus abrigadita hasta las orejas, muerta de frío ( es lo que tiene vivir en los lugares más recónditos de esta pequeña isla, sea invierno o verano)....bueno al caso.
Como cada mañana conecto mis auriculares y me dispongo a escuchar algo de música, bastante variada para no aburrir, para pasar la espera y que sea más amena.

Pero hoy la mañana ha sido muy extraña, como todos los días, seguí la misma rutina, pero hoy era diferente, la música era más bien ¡dramática!, tuve una noche de perros llorándole a mi almohada, no tenía ánimos de escuchar cosas que me animaran, error por mi parte, lo sé, pero como todo el mundo, parece que cuando más mal estamos más cosas que nos depriman hacemos.

....Miraba al cielo, mientras pensaba lo mucho que te echaba de menos, lo mucho que añoraba aquellos días atrás....pensaba en lo que habíamos hablado aquella noche anterior, y de repente algo surgió del cielo y pasó tan rápido que mi tiempo de reacción iba a menos dos de aquella luz...
Pude darme cuenta un instante después de que aquella luz era una jodida estrellita fugaz, la primera vez que me topo con una y no soy capaz de reaccionar, tan solo de quedarme en palanca y mirando al cielo como una condenada niña pequeña lamentando aquel encuentro con la estrella, maldiciendo mi gilipollez de por las mañanas....sabiendo que ese gran deseo que siempre he tenido en la cabeza acababa de perderlo, de perder la posibilidad de pedirle a aquella estrella tan maravillosa que por favor te devolviera a mi lado.