Hay quien llora por amor, quien llora por desamor...y hay quien llora por ser amado.
Quien llora por esos segundos después de un beso, por dejar entrar el aire en cada hueco.
Hay quien llora por esas tardes tranquilas, tiradas en el sofá sin más motivos que tus caricias, sin más motivos que tu saliva.
Hay quien llora por recordar tu sonrisa.
Hay quien llora por echarte de menos.
Hay quien llora, y no puede seguir escribiendo porque las lágrimas empañan sus ojos.
Hay quien llora por tenerte tan lejos.
Hay quien llora por no tenerte tan cerca.
Hay quien llora cuando no hablas, y cuando hablas demasiado.
Hay quien llora la despedida.
Hay quien llora tus buenas noches y quien llora los no buenos días.
Quien llora por esos segundos después de un beso, por dejar entrar el aire en cada hueco.
Hay quien llora por esas tardes tranquilas, tiradas en el sofá sin más motivos que tus caricias, sin más motivos que tu saliva.
Hay quien llora por recordar tu sonrisa.
Hay quien llora por echarte de menos.
Hay quien llora, y no puede seguir escribiendo porque las lágrimas empañan sus ojos.
Hay quien llora por tenerte tan lejos.
Hay quien llora por no tenerte tan cerca.
Hay quien llora cuando no hablas, y cuando hablas demasiado.
Hay quien llora la despedida.
Hay quien llora tus buenas noches y quien llora los no buenos días.
Hay quien llora y muere.
Hay quien muere y no te das cuenta.
Hay quien muere y no te das cuenta.
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