Esas ganas locas de querer comérmela de pies a cabeza, de mirarla a rabiar, de querer decirle una por una todas esas cosas empalagosas que se me pasan por la cabeza.
Si te confieso que quiero pasar cada uno de los segundos del día entre tus brazos, con el único alimento que tus besos me ofrecen...
Si te confieso que quiero pasar cada uno de los segundos del día entre tus brazos, con el único alimento que tus besos me ofrecen...
...Me intoxican de ese perfecto veneno del que por más que te sigue matando, te niegas a dejar de suministrar en el sistema cardiovascular.
Que miedo cuando dices que me quieres. Me encanta escucharlo, no puedo quejarme, es perfecto desde tu boca.
Que miedo cuando dices que me quieres. No se debe pedir. Quiero que sea para toda una vida, y vernos estirándonos la piel clavándonos grapas.
Que miedo cuando dices que me amas. Ya no se hacia donde girar mi cara. No puedo respirar si me miras.
Sus ojos....susurran, gritan, responden, enamoran....
Cuando ellos hablan, tu simplemente callas.
Que miedo cuando dices que me quieres. No se debe pedir. Quiero que sea para toda una vida, y vernos estirándonos la piel clavándonos grapas.
Que miedo cuando dices que me amas. Ya no se hacia donde girar mi cara. No puedo respirar si me miras.
Sus ojos....susurran, gritan, responden, enamoran....
Cuando ellos hablan, tu simplemente callas.
Solo sé que el día que me vuelvas a preguntar..."¿Por qué me quieres?" Te responderé con..." ¿Por qué respiras?"...cuando lo sepas, tendrás tu respuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario